El evento se retransmite en directo desde la Puerta del Sol de Madrid, y miles de familias se agolpan frente al televisor para tomarse -o más bien atragantarse- las uvas a golpe de campanada. Algunos, desafiando el frío y las aglomeraciones, acuden a tomarse las uvas en las plazas principales de cada pueblo o ciudad. Justo después de las uvas y el brindis con champán, cava o sidra, empieza la fiesta. A diferencia de la Nochebuena, la Nochevieja tiene un carácter más festivo e informal, siendo habitual celebrar fiestas con amigos o en locales públicos. Y cuando a altas horas de la madrugada los locales echan el cierre o la fiesta ha terminado, no hay nada mejor que empezar el año con buen sabor de boca: tomándose el típico chocolate con churros, hábito muy extendido y que en Nochevieja, o más bien Año Nuevo, es toda una tradición.